El legado que nos dejó el Dr. Edward Bach fue de un valor inmensurable, y en sus propias palabras indicó lo siguiente: “la salud es nuestra herencia; nuestro derecho. Es la unión plena y completa entre el alma, la mente y el cuerpo; y esto no es un ideal lejano, difícil de alcanzar, sino uno tan fácil y natural que muchos de nosotros lo pasamos por alto.”
El Dr. Bach dedicó su vida a la búsqueda de métodos más puros de curación y sanación. Nació en el año 1886 y tras una corta y exitosa carrera de medicina alópata. Trabajó también como patólogo y bacteriólogo en el Hospital Homeopático de Londres. Sin embargo, estaba convencido de que la personalidad y las emociones tenían más impacto que los síntomas en las enfermedades.
Desde el año 1930, aproximadamente se dedicó por completo a buscar más remedios en la naturaleza y luego de varios años logró desarrollar las 38 flores que cubrían todos los aspectos de la naturaleza humana, así como todos los estados negativos que ocasionaban las enfermedades.
¿Cómo funcionan las Flores de Bach?
Las Flores al igual que muchos tratamientos de medicina natural, no tratan los síntomas ni la enfermedad, sino que al ser humano, su personalidad y sus emociones. El efecto de las Flores es transformar las emociones negativas en positivas y estimular el potencial de cada persona para lograr el auto sanación.
No necesariamente nos tenemos que sentir enfermos para usar este tratamiento, pues muchas veces atravesamos momentos de dificultad, fatiga o negatividad. Y es ahí donde las Flores tienen un valor inestimable para restaurar el equilibrio antes de que aparezcan los síntomas de una enfermedad.
Por ser un remedio natural no tienen contraindicaciones.
“La enfermedad es la reacción a las interferencias. Es el fracaso temporal y la infelicidad y ocurre cuando permitimos que los demás interfieran con nuestro propósito en la vida e implantan en nuestra mente la duda, el miedo o la indiferencia”.
El Dr. Bach dividió las 38 flores en 7 grupos, representando los conflictos fundamentales que nos impiden ser fieles a nosotros mismos.
- Miedo
- Incertidumbre
- Insuficiente interés en las circunstancias actuales
- Soledad
- Hipersensibilidad a las influencias e ideas ajenas
- Desaliento o desesperación
- Preocupación excesiva por el bienestar de los demás.
Dentro de cada grupo, cada flor cubre un aspecto específico de la dificultad en cuestión.
Cada una de estas flores también está disponible en nuestra página en forma individual.
También te invitamos a revisar en nuestra página la sección de Terapias, donde desarrollamos esta terapia en forma presencial y también a distancia.
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